jueves, 24 de junio de 2010

Greenpeace demanda que Argentina contribuya en la lucha contra el cambio climático


Extractos de la carta enviada a la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y al Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Héctor Timerman, antes de la participación de Argentina en la Cumbre del G-20 en Toronto, Canadá:

Estamos viviendo un momento decisivo en la historia contemporánea. La economía mundial atraviesa un tiempo en el que la desregulación financiera, la especulación y el crecimiento económico sin límites que beneficia solo a unos pocos sectores, han colocado a las naciones del mundo en una gran recesión económica. Al mismo tiempo, la amenaza del cambio climático se torna cada vez más clara y son ya evidentes los impactos de la acumulación de las emisiones de CO2 en la atmósfera, generando el incremento en el nivel del mar; provocando el derretimiento de glaciares y masas de hielos permanentes, poniendo en crisis ecosistemas esenciales, incrementando la pobreza, causando la extinción de especies y generando escasez de agua y alimentos.

En este contexto, es necesario recordar que mientras los líderes del G20 pueden representar al 85% de la economía global, sus acciones y decisiones afectarán a los 172 países no representados en esta cumbre, muchos de los cuales son lo más pobres y más vulnerables a la crisis económica y al cambio climático. (…)

Los líderes del G20 tienen una histórica oportunidad de enfrentar la recesión económica y el cambio climático simultáneamente. Es una oportunidad que no puede desaprovecharse. Como primer paso, los líderes del G20, EEUU, la Unión Europea y los demás países con altos ingresos de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (ODCE) deben comprometer al menos un 1% de su PBI para hacer sustentables sus economías y deshacerse de subsidios y otros incentivos económicos a actividades y tecnologías que contribuyen al cambio climático. El resto de los países representados en el G20 deben hacer todo lo que esté a su alcance para evitar continuar en la vía de un desarrollo sucio basado en combustibles fósiles y cambiar a un futuro energético sustentable (energías renovables y eficiencia energética).

Hace solo unos pocos años atrás podíamos suponer que el límite de calentamiento global de 2 grados, por encima de los niveles preindustriales, podía salvarnos del caos climático. A la luz del Cuarto Informe de Evaluación del IPCC y las más recientes investigaciones científicas, esta suposición ya no es tal. Al mismo tiempo el crecimiento de las emisiones globales en los años recientes ha seguido las peores predicciones y nos están conduciendo a un aumento de 6 grados.

Esto significa que, tanto en los acuerdos que el G20 adopte, así como en las próximas negociaciones relativas a la crucial reunión sobre cambio climático a realizarse en Cancún, se debe asumir que:

o Para prevenir el caos climático, el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero y la temperatura global deben ser detenidos tan pronto como sea posible y revertido en una tendencia decreciente. Un calentamiento de hasta 1.5 grados encima de los niveles preindustriales puede conducirnos a peligrosos, irreversibles e inaceptables impactos para los seres humanos y la naturaleza.

o Las reducciones de emisiones deben ser más grandes y rápidas que las previamente pensadas. El crecimiento de las emisiones globales debe ser detenido hacia 2015, revertido y colocado en una tendencia decreciente antes de 2020 y declinando tan cerca de cero como sea posible en 2050.

Esto significa que las acciones concretas a ser abordadas deben:

o Concluir que para prevenir el caos climático los países industrializados como grupo deben reducir sus emisiones en conjunto un 40% en relación a niveles de 1990 para el 2020.

o Acordar la magnitud de los fondos que los países industrializados proporcionarán para la financiación en adaptación y en mitigación en países en vías de desarrollo. Greenpeace cree que la cantidad total de los fondos que se necesitan para adaptación, protección de bosques y promoción de tecnologías limpias necesita ser de al menos €110 mil millones anuales.

o Descartar mecanismos poco efectivos y no sustentables del mercado de carbono. Desde 2013 hacia delante, el fondo de Mecanismo de Desarrollo Limpio debe ser limitado solo a proyectos en países menos desarrollados y países en vías de desarrollo con pequeña capacidad de acción. (…)

o Los esfuerzos para reducir las emisiones por deforestación y degradación (REED) deberían conducir a asuntos específicos relacionado con bosques y selvas incluyendo permanencia, escape; biodiversidad y los derechos indígenas y otras comunidades tradicionales dependientes de los mismos.

La actual crisis económica no puede ser vista de forma separada del crecimiento del caos climático. Todas las acciones y discusiones acerca de cómo rescatar a la economía global proporciona a los líderes mundiales la oportunidad de plantear el desarrollo de iniciativas económicas basados en la reducción de gases de efecto invernadero y contribuir de esta manera a la generación de trabajos basados en una economía sustentable.

Por el contrario, pretender sostener un futuro en base a energías fósiles nos profundizará la crisis climática haciendo que los problemas económicos de hoy sean triviales en comparación a los que tendremos en el futuro a causa del cambio climático.

La oportunidad de actuar con determinación es ahora. (...)

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