lunes, 18 de octubre de 2010

Dos personas mueren por día en Argentina en accidentes de trabajo. YCRT sigue siendo la empresa más riesgosa


14/10 – 09:45 - El derrumbe de la minera San José en Copiapó, Chile, sacudió el andamiaje de la seguridad minera en esta parte del mundo. A raíz de ello fue consultado el Superintendente de Riesgo del Trabajo (SRT) que aportó datos concluyentes sobre la realidad del trabajador argentino en relación con la seguridad. UN dato no menor que interesa a los santacruceños es que, luego de la tragedia del 2004, YCRT sigue siendo un ámbito donde no se ha logrado la seguridad minera, tal como lo requieren las normas.

Los siniestros cayeron un 60% en los últimos años, dos personas mueren diariamente por accidentes de trabajo y se registran 600 mil accidentes de trabajo por año. Estos datos inquietantes lo aporta una autoridad de la SRT, que fue entrevistado por el periodista Hernán Rizzone del diario El Popular, en cuya nota consigna datos que involucran nada menos que al yacimiento de carbón de Río Turbio, empresa estatal que permanentemente es cuestionada por su bajo índice de seguridad, situación que tuvo su punto de máxima exposición cuando el 14 de junio de 2004, 14 mineros perecieron detrás de una pared de escombros en el chiflón 9 de Mina 5.

En la actualidad en el ámbito laboral existen diversas cuestiones que ponen en peligro la vida de los empleados, donde, según cifras de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, en la Argentina mueren dos personas por día vinculadas al quehacer del trabajo, refiere la nota. Sin embargo, el índice cayó un 60% en los últimos tiempos. Otros datos importantes son los 600.000 accidentes que hay por año y que las ART, cada 365 días, entregan 260.000 informes sobre los diversos incumplimientos por parte de las empresas. En la Argentina hay ocho millones de ciudadanos asegurados por 520.000 empleadores.

El doctor Juan Horacio González Gaviola se encuentra al frente de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y en diálogo con El Popular se refirió a las profesiones más riesgosas, el caso de los mineros de Chile y las posibilidades que suceda algo similar aquí, la alarmante situación en los Yacimientos Carboníferos de Río Turbio y el uso de peligrosos agroquímicos del estilo del glifosato o la fosfina (en este último caso el funcionario dijo que ya murieron algunos camioneros).

La SRT arrancó en 1995 y fue creciendo sostenidamente. Ahora estamos con el mayor nivel de cobertura de riesgo de trabajo, con casi ocho millones de personas aseguradas y 520.000 empleadores. Entre las novedades hubo una caída muy destacada en la mortalidad, desde el 95 a la fecha, ya que cayó en un 60%. A su vez, en el mismo tema en los dos últimos años la merma ha sido del 27%. Cuando asumí, en 2008, se morían tres personas por día vinculadas al mundo del trabajo y en la actualidad la cifra bajó a dos”, sostuvo González Gaviola.

El funcionario definió a los accidentes comunes como aquellos que no generan la muerte. “En la Argentina por año se producen 600.000 -sostuvo-. Sin embargo, cada vez hay menos y con más gente trabajando. Además, hubo una baja en el índice que mide la cantidad de accidentes cada 1.000 trabajadores donde la merma llegó al 18%. Por su parte, las ART por año realizan 260.000 informes sobre diversos incumplimientos de los propios afiliados”.

Actividades más peligrosas

El ranking de los rubros con mayores problemas lo encabezan la pesca, la construcción y la explotación de minas de carbón. Al respecto de esas tareas con bastantes riesgos González Gaviola comentó que “en la construcción y minería hay riesgos específicos con decretos singulares. Incluso, en la construcción es donde más hemos avanzado con la participación de todos los involucrados del área”.

“En cuanto a la minería -continuó- estamos un poco limitados ya que, al ser un organismo estatal, no podemos aplicar multas. El drama más serio lo tenemos en Río Turbio (Santa Cruz) que es un sitio donde hubo hace unos años hubo 14 muertos en un accidente. A pesar del accionar que hacemos y las recomendaciones que brindamos, nos encontramos con poca proactividad de la gente responsable de Yacimientos Carboníferos, donde comparto la inquietud con el secretario de Minería Igualmente, se están tomando medidas, porque el hecho que se haya cambiado el interventor ya habla de un cambio, dado que el anterior funcionario no era muy proactivo, en el cumplimiento de las sugerencias que se le hiciera para mejorar los planes de seguridad. Ojalá las nuevas autoridades cumplan con las 110 observaciones que les hicimos para mejorar la situación de riesgo de trabajo”.

Otro de los temas abordados fue la situación de los 33 mineros atrapados bajo tierra en Chile. ¿Qué podría pasar en nuestro país ante un hecho similar? González Gaviola sostuvo que “en las ultimas semanas hubo reuniones entre las distintas empresas para coordinar acciones en el caso de tener que socorrer a quienes lo necesiten ante un caso similar. Igual, diría que en estas cosas nadie está exento y estamos avanzando en el sentido adecuado”.

No obstante, el funcionario explicó que “aquí hay dos cosas diferentes: una clase de minería es aquella que se dedica al socavón, mientras que hay otra a cielo abierto. Quienes realizan son empresas transnacionales que poseen servicios de higiene y seguridad regularizados y reglamentados. Hasta se pagan bonos por no registrarse accidentes. En cuanto a las Pymes la situación suele ser más precaria”.

Otro dato que aportó el titular de la SRT es que “históricamente los accidentes están concentrados en un pequeño número de empleadores. Nosotros llevamos adelante programas de focalización para empresas de alta siniestralidad. Ya podemos decir que el 40% de los accidentes se producen sólo en el 1% en empresas con más de 50 trabajadores”.

Químicos y transportistas

El mundo silencioso de la pesca también sigue ocupando el primer puesto entre las profesiones con mayor número de accidentes. De esa cuestión, González Gaviola añadió que “en la pesca de altura tenemos dificultades para hacer las inspecciones, porque no es lo mismo ir a una fábrica que trasladarse a un barco que, tal vez, esté más de un mes fuera de tierra. Por ende, hay que coordinar con otros organismos, como la Prefectura o la Dirección de Puertos”. Por otra parte, en el mercado laboral también se presentan sucesos complejos con otros aspectos menos conocidos pero muy destacados, como los peligrosos agroquímicos.

Al referirse al tema, el funcionario puntualizó que hace poco, en el sur de la Provincia de Buenos Aires, realizaron inspecciones por la fumigación con fosfito de aluminio en los cereales, lo que habría generado la muerte de algunos camioneros. “El producto es sumamente tóxico y estaba usándose sin dar la correspondiente información a la gente y con un grave riesgo para los transportistas. Justamente con ellos hicimos las acciones en conjunto, alertando sobre esta clase de elementos que deben ser manipulados con mucha precaución, dado que se evaporan en forma de gases pesados”, señaló González Gaviola.

Otro elemento polémico es el famoso glifosato que se utiliza en la fumigación en los campos sojeros. Inclusive, puede traerle problemas a quienes se desempeñan con ese elemento. Al respecto, el funcionario explicó: “Estamos atentos a la temática, porque es algo nuevo, y ya se creó un comité especial de vigilancia de agroquímicos con sede en el Ministerio de Salud donde participan distintos organismos. Sin embargo, puede haber efectos adversos que estamos analizando. Otro hecho lamentable, que se usaba en la actividad, eran los llamados niños bandera, quienes se ponían con banderines por donde debían fumigar los aviones, delimitando los espacios para fumigar y quedando expuestos a los agroquímicos. Aparentemente, con los GPS y otras tecnologías las cosas han cambiado y esperamos que estas prácticas hayan desparecido”.

Un dato fundamental es saber si los empresarios del campo colaboran o no en cuanto a la cuestión de las fumigaciones con glifosato. “Estamos trabajando en distintos niveles -manifestó González Gaviola-. Uno es sensibilizar a los propios trabajadores, donde incluso hay convenios de capacitación con la gente de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores). Por ejemplo, con el tema de la fosfina estamos por contactarnos con quienes hacen el negocio y son quienes comercian con granos, siendo uno de los comercios más destacados que hay en el país. Ellos tienen la mayor rentabilidad y tendrán que controlar la cadena de valor de manera tal que no haya muertos o accidentados en el camino. Hay 80.000 camioneros que se dedican al transporte de granos y es una cifra muy importante”. (Agencia OPI Santa Cruz)

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